La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) desea manifestar su preocupación por las interpretaciones que se están realizando a raíz del trasvase reciente de mutualistas del sistema sanitario concertado al sistema público. Frente a algunos discursos que cuestionan injustificadamente la calidad asistencial de los centros privados, desde ASPE recordamos que los hospitales y clínicas integrados en el concierto de MUFACE han mantenido, durante años, altos estándares de calidad y eficiencia, con una valoración positiva por parte de los usuarios. Asimismo, la patronal recuerda que la accesibilidad al sistema mutualista es una cuestión que determina la entidad aseguradora en la confección del cuadro clínico.
El incremento puntual de cambios registrados entre diciembre de 2024 y junio de 2025, que afectó a más de 64.650 mutualistas, responde a factores ajenos a la prestación asistencial, entre ellos las dificultades e incertidumbre generadas durante el proceso de renovación del concierto sanitario, así como a la reconfiguración del mapa de entidades participantes en dicho acuerdo. Estos elementos, acumulados en un breve periodo de tiempo, provocaron un fenómeno extraordinario de movilidad, que no puede interpretarse como un reflejo estructural de insatisfacción con la sanidad concertada.
De hecho, en un análisis pormenorizado de los datos, se puede observar que gran parte del mencionado éxodo hacia la sanidad pública se produce hasta mayo de 2025 (unos 60.000 afiliados). Durante ese periodo, cabe recordar que hubo gran incertidumbre sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo que renovara el sistema mutualista. Una vez se resolvieron las dudas, apenas 4.000 afiliados han decidido dejar de ser atendidos en la sanidad privada.
Desde ASPE queremos subrayar que el sistema hospitalario privado -que representa un pilar fundamental de cohesión sanitaria y de descarga del Sistema Nacional de Salud (SNS)- ha seguido garantizando una atención cercana, resolutiva y altamente especializada, incluso en contextos de creciente presión asistencial.
En este sentido, la patronal reitera su compromiso con la continuidad del modelo mutualista, siempre que se cuente con un marco de financiación adecuado, estable y previsible, que permita a las entidades sanitarias planificar su actividad con seguridad jurídica y capacidad operativa. Reforzar la cooperación público-privada no debe ser una cuestión ideológica, sino una decisión estratégica basada en la sostenibilidad del sistema y el bienestar del paciente.
Por ello, ASPE insta a las autoridades a no desnaturalizar el modelo Muface y a trabajar en un clima de diálogo y confianza, donde las decisiones no generen inseguridad ni para los profesionales ni para los más de 1,5 millones de mutualistas que se benefician de la atención sanitaria concertada.
El presidente de ASPE, Carlos Rus, recuerda que desde la patronal siempre se ha defendido este modelo, así como otras colaboraciones público-privadas orientadas a mejorar la eficiencia del sistema. “Nuestra voluntad siempre estuvo con la continuidad del modelo y remamos en la dirección para que ello ocurriera. Nuestra preocupación siempre fue la calidad asistencial, donde manifestamos las necesidades de contar con financiación suficiente para atender a los mutualistas, como así está ocurriendo”, explica.